viernes, 18 de julio de 2014

Peleas de facebook


Un hombre, cuya foto de perfil era una imagen de Mark Twain, discutía acaloradamente con otro sujeto en una estado de facebook. La publicación estaba referida a algún tema de corte político insignificante.  El asunto es que cada uno de estos dos discutían defendiendo cada uno sus propios principios políticos (osea las ideas equivocadas de alguien más, generalmente un candidato a algún puesto en el gobierno). El de la foto de Mark Twain terminó sentenciando que los argumentos de su interlocutor resultaban insuficientes por ser "inválidos". Cuando me fijé bien, su interlocutor tenía por foto de perfil, a un hombre en silla de ruedas.


La gente es atorrante 

Desde "obedece a la morsa" y "two grils one cup", pelearte por facebook chat quizás sea una de las experiencias más incómodas que el internet  ha podido proporcionar a la historia de la humanidad. En mi experiencia personal, de repente, ese pequeño cuadrado blanco en la parte inferior derecha de mi pantalla alberga tanta tensión como cuando vi "El exorcista" por primera vez.

La aplicación de chat de facebook fue escenario de una metida de pata que hice con una amiga, a quien luego, intentando hablar con ella para disculparme, todo terminó en un gran monologo (por mi parte) mientras ella me dejaba en "visto".

 (y todos odiamos eso)

Hoy en día, algunos piensan que dejar en "visto" a alguien es prácticamente una declaración de guerra, tanto así que estoy seguro que si Hitler hubiera vivido en esta época de redes sociales, no hubiera necesitado invadir Rusia con tantas tropas. Hubiese bastado con bloquear Stalin de facebook- y dejarle un inbox que diga: "no me gusta tu bigote, perra" Y las intenciones expansionistas de Hitler y, junto con esto, sus ideas respecto al comunismo revolucionario soviético, expresados en ese bigote desafiante de su líder, hubieran quedado más que claras. Tan claras que el "pacto de no agresión" - osea el pacto de no trollearse entre naciones- se hubiera hecho humo, o seguramente también se hubiesen convertido en barras de jabón, los alemanes nazis sabían hacer ese tipo de cosas con la gente. Más o menos esto respondería a las intenciones de Stalin que consistían en que el comunismo se expandiera por Europa como lo había hecho su bigote a lo largo de su propia cara.

Pero lo que sucede es que Hitler acaso, de haber tenido facebook en pleno 1939, estaba en todo su derecho de actuar como una autoridad en lo referente a la política para su país y al mismo tiempo, quizás era único que podía hablar con cierto privilegio acerca de temas de barbería, ya que su bigote ha reducido al laconismo a los historiadores, inclusive a los más férreos, cuyo estilo aún campeona entre la multitud con gran acogida en la comunidad de bigotudos que impera dentro de la sociedades de ayer, hoy y siempre ("siempre" en el sentido de que el ayer es algo de lo que nos tortura ahora y lo seguirá haciendo mañana) y; por último, uno hace lo que quiere con su cuenta en facebook y bloquea a quien uno desea o a quien nos resulta incómodo (para todos aquellos quienes han bloqueado a sus padres, primos y hermanos para que su familia no se entere de las cochinadas que anda uno haciendo en facebook).

Y, al igual que nuestro Hitler imaginario, todos tenemos el derecho de bloquear a aquellos bastardos cuya presencia nos hace el aire irrespirable y cuantas razones multicolores y multiformes tenga uno para deshacerse de la presencia de los otros.

Entonces, los bloqueamos con las mejores intenciones del mundo: vivir tranquilos.

Chau Stalin

Pero al otro lado de la pantalla tenemos a quien es bloqueado, que lo primero que pensará cuando la obvia verdad se asome por su computadora será: "¡¡Esta basura me bloqueó!!" (Hay que empezar a creerlo) E inmediatamente invadir Berlín.

Chau Hitler

Ya está dicho algo al respecto de esto, ahora regresemos al facebook chat...


Realmente, he decidido menospreciar los tópicos en los que la gente se suele pelear (el aborto, la legalización de la marihuana, unión civil, etcétera), porque ahora con una herramienta como el Google todo el mundo es un académico y los mejores argumentos e ideas son copiadas y pegadas de wikipedia, o algún rincón del internet. ¡Vamos, ahora todo resulta en demostrar que "nosotros" estamos en lo correcto y todo el "resto del mundo" está profundamente equivocado y ganar una pelea y tener "Likes"! Así que como no puedo estimar realmente cuales son las convicciones de la gente he decidido encaminarme a otro camino un poco más mensurable.

Las peleas de facebook se llevan a cabo bajo diferentes estrategias, desde la gente que termina sus oraciones con un fulminante y decisivo punto (.) después de cada oración, frase o palabra ; hasta aquellos que tienen escritas todas sus palabras en MAYÚSCULAS ("siente el poder y la furia inmisericorde del Bloq Mayús, maldito"). Ahora yo me pregunto realmente cuál es el objetivo esto.

¿Es que acaso utiliza, como recurso de intimidación, el persistente punto (¿final?) ,después de cada frase dentro del chat, para hacerme caer en la cuenta de que quiere dar por terminada la conversación de manera decisiva? O es que acaso ¿quiere decirme algo con su gramática invicta?, ¿se dará cuenta de que los puntos no se colocan en frases nominales?, ¿de que los puntos solo se colocan cuando está presente un verbo conjugado (esto es: que expresan una idea completa) y no tras el simple "si" y "no"? Es que yo peco de idiota por no entender lo que me quiere decir, o ella peca de zonza por no entender el correcto uso de la lengua escrita.

¡¡¡Dios!!!


jueves, 24 de abril de 2014

El loco más famoso

A pesar de lo que puedan decir algunos, el loco más famoso de mi familia no es el bisabuelo Ulises- a quien, según se dice, se le metió la idea de que podía volar, esa noche cuando se arrojó de un quinto piso.

Cuando me contaron esa anécdota tan poco afortunada junto con su respectiva conclusión  "solo un lunático puede pensar que los hombres vuelan" yo, naturalmente, expresé mi desacuerdo ante tal sentencia (no me refiero que yo me encuentre convencido de que mi bisabuelo logró surcar el cielo- por favor, el fiscal y veinte transeúntes más comprobaron que sucedió completamente lo contrario-) en todo caso, si de algo puedo estar seguro es de la dureza del concreto del que está hecho el pavimento- y el corazón de algunas mujeres- contra el cual Ulises también se desplomó. Porque sucede que Ulises se estrelló contra el corazón d" e piedra de mi bisabuela para luego proyectarse, en toda su metáfora, contra el asfalto.

Se recuerda este acontecimiento entre los importantes por el impacto tremendo que tuvo dentro de la familia y sobre todo el impacto tremendo sobre vereda. Por un lado porque, desde la muerte de Ulises, mi bisabuela por fin pudo deshacerse del "viejo de miércoles" (o eso decía mi bisabuela cuando se despertaba todos los lunes a comprobar que su esposo seguía con vida) y poder vivir tranquila con su amante, mientras se gastaban la herencia del finado (porque si de algo es conocida la bisabuela es por despilfarrar los millones del bisabuelo). Por otro lado, fue el impacto que nadie vio venir (y mucho menos el sujeto que caminaba por allí cuando un viejo le cayó encima y le rompió unas cuantas costillas). El asunto terminó con mi abuelo y con el infeliz peatón...

Por antonomasia (en virtud de cada uno de mis primos llamados "Antonio") coincidieron que el bisabuelo perdió el rumbo de su vida en el siguiente orden: su esposa (que era la razón de su existir) , su vida (existir que se quedó sin razón) y luego los millones (que, no sin razón, dejaron de existir en el banco)

Algunos afirman que Ulises se encontraba bajo la más clara luz de la razón y que el asunto del acceso de locura- cuya única salida solo se encontró en la puerta trasera de la morgue-fue un mero pretexto para no caer en alguna suerte de infamia por parte de otros familiares y amigos (porque los familiares y amigos son los primeros que nos critican) Pero, de ser así y abogar la locura a mi bisabuelo o bien la supuesta "locura", ¿por qué la insania lo enviaría al quinto piso de un edificio y no llevarlo a convertir al amante de su esposa en colador? El asunto es que este amante- "Richardo",contra todo pronostico, siguió respirando a pesar del hecho de que un día esta sabandija decidió cruzar la pista mirando el lado incorrecto de la calle y un auto lo convirtió puré o una nueva forma de arte abstracto.

Y siguió respirando a fin de cuentas.

Pero para mí, a diferencia del común denominador de mi familia, recuerdo al bisabuelo porque siempre hay circunstancias durante el año (más o menos cuando empieza el otoño) que se presentan con alegre perversidad y que, indudablemente, me remiten a él

Cuando alguien piensa en la "hoja de un árbol" la mayoría de la gente evoca la idea de "aquellas partes que nacen en los extremos de las ramas o tallos de las plantas que son verdes, suaves, planas,  delgadas" y con otras características que, sin lugar a dudas, deben cumplir con todas las características generales que estén relacionadas a nuestra idea de "hoja de árbol". A nadie se le ocurre la idea de una hoja media marrón, media castaña, tirada en medio del suelo, arrugada cual anciana y que cruje al mínimo contacto, también más o menos como las ancianas cuando caminan. El diccionario tiene la función de describir cada una de estas imágenes, conceptos, que se generan en nuestro cerebro cuando percibimos alguna palabra.  El otoño entra a colación aquí porque libera a los objetos de su tedioso concepto y de repente cuando buscamos la palabra "hoja" (referida a la parte de la planta)  creemos que el diccionario bien nos engaña y nos toma el pelo ese y junto con ella, toda la academia española. En el otoño de repente todo es ingrávido y las hojas de los árboles caen al suelo, marrones, rígidas y crujientes liberadas del peso de su concepto, no caen verdes, ni suaves, ni planas... Sin embargo, las palabras y sus imágenes en nuestra cabeza también son una ayuda, gracias a ella puedo hablar hasta de un "perro" sin la necesidad de tener uno al frente y puedo predicar del perro todo lo que necesite, así puedo hablar de mi bisabuelo sin la necesidad de que tenga su foto aquí o su calavera sobre mi mesa. Supongo que el bisabuelo Ulises se percató de esta sutileza mientras caminaba por la cornisa del edificio y todo se hizo otoño a sus ojos...

Y se arrojó a la muerte.

domingo, 16 de marzo de 2014

Chicas, no nos pregunten si están gordas

-¿Crees que tengo unos "kilitos de más"?- me dijo ella utilizando ese eufemismo barato de "kilitos de más" que esconde la palabra "gorda"
-Para nada - mientras le miento, me acerco y la abrazo pero mis brazos no logran envolverla por completo (necesito como dos brazos más)
-Me estás mintiendo, ¿cierto?

¿Pero qué esperara que le dijera? No solo me veía imposibilitado a declarar que estaba gorda bajo la sutileza de decirle su peso (ese camino estuvo determinado desde que la profesora me jaló en matemática en primaria por no poder saber dónde empezaban las millares y dónde las centenas) sino también porque me encontraba en la necesidad moral (no soy idiota) y biológica (quería seguir con vida) de mentirle. Yo no soy de esos que creen que se puede decir la verdad y no morir en el intento, la mayoría de la gente muere o termina con mucha gente deseándonos la hoguera, la horca, alguna tortura china o deseando que nos casemos un día, por decir verdades tan sencillas. Copérnico una vez dijo que la tierra giraba alrededor del sol (como algunas curas a las alcancías) y no como se creía erróneamente que el sol giraba en torno de la tierra.

Segundos después, la gente quiso hacer hereje a la parrilla.

La Mentira Fuerte… - 
EXCELENTE caricatura de @weil_caricatura - @caricaturasVeLa gente te dice, sin rigor que mentir es descortés y una crueldad para aquellos quienes se fían de nuestra honestidad. Sin embargo, todos concuerdan que lo mejor es mentir cuando una chica le pregunta a uno sobre su peso, inclusive se cree caballeroso y de muy buen gusto faltar a la verdad a pesar de los hechos innegables (porque tamaña mentira es capaz de sonrojar al propio Satanás, mientras Dios se divierte de nuestra comprometedora situación comiendo canchita). La lógica de la persona que miente radica más o menos de esta manera: "Yo no soy ningún idiota, la realidad que me apachurra con toda su fuerza es capaz de romperme los huesos, pero, sin lugar a dudas, la que me va romper al menos una o dos costillas sin ningún tipo de miramiento es la gordita de aquí al frente".

Entonces mentimos.
Pero lo hacemos por la supervivencia (como algún león que se come a algún africano).

La mentira nace como un remedio ante las circunstancias poco favorables que se intentan imponer alevosas y abusivas.La mentira no es, como creen algunos, desfigurar la verdad; en todo caso, es darle una forma conveniente para la realización de nuestros proyectos. Las mentiras más grandes son tan buenas que se confunden con la verdad e inclusive la superan en todos los dividendos siendo más factible que la propia realidad que intentan ocultar.

-¿Eres virgen?
-Sí mi amor, eres el primero.

¿Ves como funciona?
¡¡¡Fenomenal!!!

lunes, 17 de febrero de 2014

Refranes famosos y otras desgracias

Los refranes famosos o la "sabiduría popular" se refieren a esos dichos agudos que generalmente expresan una advertencia y/o consejo que puede aplicarse en el día a día y que, generalmente, sirven para determinar o justificar muchas de nuestras acciones; como "muerto el perro, se acabó la rabia" que sirve para acabar con el perro del señor Cárdenas- el vecino- y su respectiva mascota- que da la casualidad que es otro perro-  y alegar que el susodicho animal- no Cárdenas, sino su mascota - tenía rabia. Cuando, en realidad, uno a acaba con el perro porque esa bestia defeca ingentes cantidades- ustedes ya saben de qué- en nuestro jardín y que el respectivo dueño no se toma la molestia de recoger la desgracia que ha sucedido en las inmediaciones de nuestra casa y que se esmera en adornar la calle y de paso colorear las suelas del zapato al incauto que las pise. Así mismo, "A grandes males, grandes remedios" no es justificación, ni argumento que sirva al doctor para recetar al paciente- que soporta con resignación un estreñimiento homicida- un supositorio del tamaño de un bidón de agua que puede que lo cure el mal renal, pero que desgarrará gravemente el espíritu orgulloso del paciente y de paso su trasero. Cuando la gente fracasa o tiene éxito en el amor sentencia finalmente "en la guerra y en el amor, todo vale" ¿quiere decir que podemos acostarnos con el enemigo? "La vaca no se acuerda cuando fue ternera" ¿es que la madre de uno ha perdido la memoria o es que con el paso de los años se ha puesto gorda y tetuda? A quedado probado que "quien ríe al último, ríe mejor" es un consuelo para el tonto cuando es el último en entender  el chiste. La gente dice sin rigor que "la palabra es plata, pero el silencio, oro" pero nunca he visto a un mudo millonario. "El amor con amor se paga" pero al joven Werther fue llevado a la "zona del amigo" por Lotte (la chica que le gustaba) y luego de eso se pegó un tiro.  Mi tío un Darío pensó "acuéstate sin cenar y amanecerás sin deuda", pero despertó con una gastritis que casi lo mata y que lo llevó al hospital y le terminó debiendo al doctor no sé cuántos soles.

Y más, y más... y más...

Son por hechos como este que llego a la conclusión de que  la realidad que intentan explicar estos refranes y las verdaderas circunstancias que circunscriben esta vida son completamente disimiles. Inclusive, los refranes intentan formular algo que ni lo más grandes pensadores han logrado siquiera reflexionar como: ¿Qué forma tiene esta existencia?, ¿la vida es cuadrada?, ¿la vida es triangular? (absurdo como suena) Y que los refranes han aventurado a responder con esta graciosa sentencia de "Todo da vueltas en esta vida" ¿Eso quiere decir que la vida tiene forma de gorda? o algo capaz de rotar en torno a su eje como lo hacen los objetos redondos. Entonces los refranes -como el primo feo de la familia- es la caricatura a contra-natura de los verdaderos hechos y de la vida misma. En todo caso lo único que puedo rescatar de los refranes es que me encuentro admirado frente a la popularidad que han llegado a tener y que han engañado escandalosamente a la todos aquellos a quienes se fían de estos...

Ejemplo:

Fue hace muchos años, durante mi etapa escolar, que teníamos que dar un examen final de Historia programado para el día jueves 28 de noviembre y que para el miércoles 27 del mismo, el susodicho examen había sido sustraído del portafolio del profesor (a quien le decíamos "engaña loseta" porque era cojo) Escándalo que llegó hasta el círculo administrativo de mi colegio, quién procedió a investigar el asunto del robo y que rápidamente se llegó a un culpable: Miguel- un amigo del colegio a quien he dado por muerto-. Cuando el director del colegio se entrevistó con él para llegar a las últimas razones que llevaron a ese muchacho de ensortijado pelo rubio a cometer tamaña infracción, él respondió

"No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy" 

Y nunca más lo volví a ver.

Cuando regresé a casa ,luego de la jornada escolar, le conté a mi padre sobre el asunto del examen robado, cosa que mi padre luego de sopesar la historia sentenció "quien mal anda, mal acaba". Entonces yo le pregunté si realmente era así y si todos los cojos-y por lo tanto mi profesor de historia- estaban condenados a fracasar en esta vida...

Pero él no me entendió...

jueves, 6 de febrero de 2014

Cosas que solo suceden en San Valentín

A San Valentín, por orden del Emperador Claudio II, le separaron la cabeza de los hombros un día en la antigua Roma. Una sentencia dictada en virtud de que tal santo casaba a los soldados (casarse era incompatible con una carrera de armas); por lo tanto, una desobediencia que le costó la vida a él y, siglos más tarde, le costó un ojo de la cara a Manolito (quien le compró un oso de peluche a su enamorada, hace ya algunos años, esa tarde cuando ella decidió dar por terminada la relación con él).


San Valentín, esta es una suposición mía, era un ferviente creyente del amor, (donde el matrimonio: la expresión de la unión por los más elevados sentimientos- o por las más elevados números de un cheque-o por el más elevado masoquismo-) eran en ese entonces la expresión de un contrato para mantener la economía o el poder familiar consagrado, con lazos de sangre. Eso quiere decir que el matrimonio no siempre ha sido lo que ahora conocemos. En esos tiempos, el matrimonio por "amor" no existía, lo que existía a todas luces era la hija fea del panadero con quien uno tenía que contraer matrimonio o cuanto destino le haya deparado al novio o la novia.  Lo que también llegó a existir fue el matrimonio a punto de escopeta (por haber graduado al autor de los día de la novia de abuelo)

Al respecto de eso, siempre he creído que el "día de los enamorados" o "el día de la amistad" (para quien la soledad es su mejor arma) tiene más ambiente de carnicería que del respectivo día festivo, porque todos, indiscriminadamente, van perdiendo partes del cuerpo (como Manolito y su ausencia de ojo) u órganos vitales (como el negro Nando que espera un trasplante de corazón porque el suyo terminó en la basura cuando la chica que le gustaba lo llamó ese tarde del 14 de febrero, con ese categórico y solemne "tengo que decirte algo" que lo puso tan contento y que luego lo redujo al suelo pegajoso de un bar cuando le dijo que tenía un chico con quien salir -que, por supuesto, no era él- y tras la noticia se despidió con un "chau, mi mejor amigo"). O lo que  sucede conmigo cada San Valentín que compro un litro de helado y lo como mientras veo películas ...

Cosas que solo suceden en San Valentín...

domingo, 19 de enero de 2014

Todos tenemos un tío con plata

La experiencia más cercana que he tenido con la muerte sucedió cuando conocí a mi tío Segismundo, un anciano que me inspiraba un respeto de ultratumba por darme la impresión de que se caía a pedazos tras cada paso que daba. A quien, sea el destino o una fuerza omnipresente que la gente llama "Dios" y otros "Estados Unidos", murió repentinamente  una tarde de julio cuando,en  una reunión por su cumpleaños,abrieron la tradicional botella de champagna cuyo corcho salió disparado, con una fuerza irresistible, y se estrelló en medio de las cejas del susodicho tío. Pero existe un detalle en este asunto, mi tío Segismundo  (que casi lo podíamos utilizar como tabla Ouija por estar tan bien repartido entre el mundo de acá y los de más allá -no confundirse con los japoneses que también viven lejos) le había dado "el síndrome del tío rico" (que consiste en que todos los herederos van muriendo como moscas mientras el anciano parece estar mejor cada día y no tiene la decencia de morirse). Así que esta repentina muerte del tío a manos de un corcho (proyectil) con complejo de bala homicida dio qué pensar en mi familia por ser demasiado "casual" y casi una alegría (para quienes se creían herederos) y una molestia (para los pobres diablos que se quedaron sin nada). Así que los más astutos emprendieron la búsqueda del testamento (osea que empezaron a buscarlo mientras el viejo seguía tirado en medio de la sala y tenía los ojos bizcos como mirando esa mancha rojiza producto del tremendo golpe que lo dejó frío), mientras otros, decidieron llevar a mi pobre primo, que había destapado la botella y habían finado al tío, directo a la comisaria. Los resultados de la policía no llevaron a ninguna parte (osea que no lo llevaron a Piedras Gordas) porque resulta que es ilegal pegarle un tiro a la gente para acabar con ellos, pero parece que hay un vacío respecto a la muerte por un corcho: entonces lo dejaron libre. Respecto a la búsqueda del testamento, no había resultado. La mayoría de mi familia se había abandonado a esa furia que la desesperación entrega. Entonces algunos decidieron maldecir al del tío Segismundo y sus ideas sobre la discreción "nunca digas todo lo que sabes" por eso no dijo dónde había ocultado el testamento así como tampoco le dijo a mi tía Camilita dónde había dejado las pastillas para su taquicardia esa tarde en que mi tía Camilita le vino un paro cardíaco que la dejó tiesa (seguramente se iría al infierno porque la tía Camilita era una desgracia).

Así se prolongaron las circunstancias hasta el mismo día del entierro donde, ya en la despedida del occiso, se terminaron por agotar todas las vías posibles para descubrir el paradero de la susodicho papel (se fueron hasta el extremo de contratar a un brujo quien tenía un teléfono especial para llamar a los muertos y así tramitar la búsqeda del testamento por alguna pista o por el descubrimiento de tal hoja fugitiva)

-¿Sí, quién habla?- dijo un etéreo y vaporoso tío Segismundo desde el más allá
-¡Tío Segismundo! -dijo una de mis tías -¿¡dónde has mentido el testamento!?
-¡Qué te importa, vieja tetuda!

Y nos colgó...

Y tanto que insistieron por contactar con él, el tío Segismundo de asado (porque si algo característico había en él era su carácter furibundo) también colgó al brujo.

Finalmente ya abandonada la idea (y al brujo muerto) de que quizás ni había testamento y que seguro que el tío era un muerto de hambre y había estado estafando a toda la familia con este asunto del dinero. Todos se reunieron en el Camposanto para enterrar al viejo.

Cuando yo me acerqué a ese cuerpo delgado donde los huesos hacían relieve entre la ropa había un pedazo de papel metido en el bolsillo secreto de su saco. Haciendo como que lloraba me incline un poco sobre el cadáver y saqué el papel. Allí decía...

Lo del testamento era broma. Jódanse todos.